Cuando empecé a enamorarme de la música de Cerati, jamás imaginé que me tocaría presenciar que uno de los shows del maestro se lograra en mi pequeño ranchito. Por eso es que no me terminaba de creer tal evento, hasta que estaba frente a mi lugar VIP (después de un que otro problemilla) a unos cuantos decímetros del escenario.
15 de noviembre del 2006. 8 de la noche. Tocaron primero los Tres, pero no estuvimos allí para apreciarlos, lo cual lamento en verdad; cosas del oficio. Llegamos poquito antes de que comenzara Zoé, y aunque tocaron casi puras rolas de su nuevo disco, que no es de mi completo agrado, estuvo bien paike su momento de glorificación. Traen buena vibra escénica esos del Zoé; sobre todo el tal León, ese con cara de junkie y ojos a lo Snoop Dogg, hay que reconocer que es bastante bueno el cabrón.
Terminó Zoé de buena gana. Los corazones de algunos de nosotros empezaron a latir más fuerte. Tal vez no éramos muchos en el recinto, pero estábamos quiénes debíamos estar.
La oscuridad. La sombra de Cerati tras una lona y los primeros acordes de su guitarra. Los primeros gritos que se escapan. La emoción.
Cae la lona. Estalla la audiencia. La catarsis. Cerati abre con sus "Juegos de Seducción" del tiempo de Soda.
Ahí estaba él, divirtiéndose, cantando, siendo lo que esperábamos y un tanto más que eso. Increíble.
Y ahí estaba también yo, divirtiéndome como pocas veces, cantando, bailando, cediendo ante lo que contemplaba. Feliz. Alguien que me observaba en secreto me dijo que me veía como un niño en una feria.
Gritos de "¡Te amo Cerati!" cada 5 minutos. La energía, el sonido, los amigos, la ecualización... Todo estuvo de lo más chingón.
Lo que podría haberse considerado como "lo malo", si algo "malo" tiene que haber ahuevo, eso podría ser que el repertorio fue casi en su totalidad formado por canciones del más reciente disco ("Ahí vamos"), y no tocó muchas de las que me hubiera gustado escuchar directamente de su viva voz. Aunque haberme desgarrado con "Médium", "Jugo de Luna", "Crimen", "Lago en el Cielo" y "Uno Entre 1000" no fue nada despreciable, sino todo lo contrario.
Fue una magnífica noche inolvidable, por lo menos para mí. Mil gracias a los responsables de que todo esto pasara... y claro, a Don Cerati.
II
Sufro el no haber encontrado mi cámara fotográfica ese día... Pero en el bendito You Tube encontré esto:
Cerati en Chihuahua
Oh, recuerdos.
III
Oh, recuerdos.
III
Hubo after en el backstage y la chingada. Pero ahí sólo entraban las muchachonas guapas, groupies y buenonas. Suerte por ellas, y que envidia por los rockstars.
Los demás nos fuimos con una sonrisa de oreja a oreja, totalmente satisfechos, a cenar y luego a casa... Y mientras todo, llamadas esporádicas a la Tasta, que logró estar con los elegidos, y hasta intentó ponerme al teléfono con Gustavo, pero el argentino es muy mamón (como sabíamos) y no accedió.
Pero lo que no me esperaba, era la llamada de Tasta cuando llegué a la puerta de mi hogar...
¿Cuándo iba a pensar que Gustavo Cerati fumaba yerba en una manzana?... Justo como lo haría cualquier otro mortal en la Tierra.
Seguramente Cerati alguna vez fue también un mortal cualquiera, igual de jodido que uno, abandonado por las mujeres, con las mismas historias pedorras de dolidos que todos tenemos que contar... que fumaba mota en lo que pudiese y soñaba con acabarse el mundo... Por eso debe ser que sus historias son tan reales, y se sienten tan ciertas; por eso debe ser que uno se identifica tanto con esas letras. Y hasta duelen.
Los demás nos fuimos con una sonrisa de oreja a oreja, totalmente satisfechos, a cenar y luego a casa... Y mientras todo, llamadas esporádicas a la Tasta, que logró estar con los elegidos, y hasta intentó ponerme al teléfono con Gustavo, pero el argentino es muy mamón (como sabíamos) y no accedió.
Pero lo que no me esperaba, era la llamada de Tasta cuando llegué a la puerta de mi hogar...
Tasta: He, ¿ya te dormiste bari?Pedí un autógrafo y me consiguieron la manzana donde Gustavo Cerati fumó marihuana esa misma noche... ¡No jodas Tasta! ¡Gracias por todo!
Yo: No, acabo de llegar a mi casa, ¿qué pasó?
Tasta: ¿Puedo ir? Te tengo una sorpresa... no es lo que me pediste, pero está chido también.
Yo: Aquí te espero afuera...
¿Cuándo iba a pensar que Gustavo Cerati fumaba yerba en una manzana?... Justo como lo haría cualquier otro mortal en la Tierra.
Seguramente Cerati alguna vez fue también un mortal cualquiera, igual de jodido que uno, abandonado por las mujeres, con las mismas historias pedorras de dolidos que todos tenemos que contar... que fumaba mota en lo que pudiese y soñaba con acabarse el mundo... Por eso debe ser que sus historias son tan reales, y se sienten tan ciertas; por eso debe ser que uno se identifica tanto con esas letras. Y hasta duelen.
IV
De vuelta a mi pinche realidad.
6 Gentes decíanos aquí:
Oye Maese Postiador, que bueno que te gustó la manzana. El Cerati después de todo, terminó siendo igual que cualquier pelagatos, like us.
Que paique.
Eso de que nomás las morras buenonas podían pasar valió madre, yo hice la excepción y fuí de las feas que All Access. Ea!.
¡Eso macuca!
y si duelen esas pinches rolas
Chidote. Un abrazo enooormee¡! :)
*no màs palabras.
bueno... chingado!!, por què soy pobre?
puff..me doliò no ir.
que mal rollo yo queria ver a Los tres pero el dia que fueron a TJ no pude ir shale, pero bien Cerati rules!!
hahaha, la manzanaaaaaaa!!
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