Confesión

Panal

Hace bastantes mesesucos, llegó una cálida mañana, a la ventana de la sala de mi casa, una pequeña avispa.
Recorrió por completo la ventana (por fuera claro) hasta encontrar un rincón de su agrado. Luego se fue, y más tarde regresó con varias de sus amiguitas avispas.
Y comenzaron un panal... El cual creció mucho en poco tiempo. Y seguía creciendo.

Así que, en una tarde de ocio, carburé un plan maléfico para conquistar el mundo por medio de avispas entrenadas científicamente para ser más avispas, más sanguinarias y más mortales que incluso las africanas.
Quería conquistar Chihuahua (mi ciudá) en primer lugar; para practicar... Y luego Nueva York... no sé por qué en ese orden (pienso que es porque quería adelantar al Mario, ya que él planeaba conquistar Nueva York con una legión de zombies) pero así era como iba.

Y de pronto... un día ya no había avispas en el panal... no sé por qué. Creo que emigraron al sur, como los pajáros, pero la neta es que no sé, y por el momento no me importa (pinches avispas malagradecidas... todo el mundo quería joderles su panal, y solo yo las defendí... ingratas mal concebidas de la shit... espero puedan leer esto algún día... putas).

Un panal fue poéticamente abandonado, y mis planes de ser científico loco y supervillano fueron arruinados (Los insectos no tienen corazón... me cae).
Tiempo después hubo remodelaciones en casa y se tuvo que quitar ese mini-palacio avispal (ahora solo quedan vestigios de su mini-grandeza), y con la fortaleza se fueron las esperanzas de que mi ejército regresara...

Pero lo superé... y escribí esto. Gracias (¿a quién?... No sé).





Canción que me gusta un chinguero: "Demasiado Tarde (Ahorita Mismo)" de Enrique Bunbury.

Soy cholo y tengo bling bling.