Espera

Espérame... hasta que descubras que sí soy tu ideal, porque al ser tú lo que siempre he querido, no me gustaría llegar a pensar siquiera en la posibilidad de decepcionarte.
Permite que ordene mi vida, para tener cada cosa en su lugar cuando llegues y brindarte un recibimiento digno de tu sonrisa.
Permite que mi corazón te guarde un enorme espacio dentro de sí, para que puedas recostarte de completo durante el día entero si así gustas. Mis brazos ya se han amoldado para abrazarte con más cariño y facilidad durante bastante tiempo.
Aguarda a que aprenda a extrañar hasta con la fuerza de mis huesos al suspiro consecuente de un magnífico beso que detenga al tiempo. Mis oídos ya extrañan tu vaho.
Deja que mis manos suden la impaciencia por tocarte, por escribirte o por crear obsequios majestuosos o detalles cruciales a la altura de tu sorpresa... Mi imaginación ya tiene presentes con tu nombre por destinatario.
Espera hasta que pueda regalarte mi completo azul del cielo... Mis nubes ya son tuyas.
Calma tu andar un poco, sólo hasta que mis pies alcancen la velocidad de las palabras que me diriges. Mi cabeza ya agrega maderos firmes a la prolongación en la longitud de la pasarela que utilizas para caminar, saltar, bailar y demás cuando no estás conmigo.
Déjame aprender a hacer de tus labios mi alimento vital. Ya eres de suma importancia para mis ojos.
Pronto conseguiré a la música de tu voz sonando la totalidad de las noches bajo mis párpados. Lo haré... Ya he logrado sacarte de mis sueños para tenerte junto a mí.
Espérame... te juro que no falta mucho.

Para Ella.