Me sangró un poco la nariz a la mañana siguiente. Como siempre que rige la fatiga. Perder un amor y seguir en la marcha no es algo que se transite ligero. Tampoco vivir a dos, tres o cuatro ciudades en menos del mes, sobre todo si hay festival. Y ni mencionar las muertes en la familia.
Los desvelos y el trabajo a presión siempre me logran malos efectos geodésicos en las defensas. Es cuestión de acondicionarse, como todo; desangrarse hasta tomar camino es lo que molesta.
Observo como se va el tenue tinte carmín por la coladera, disuelto en agua y espuma, como si el tiempo fuera un líquido tibio, casi consistente.
Vivimos tiempos violentos, que se guardan en la subconsciencia colectiva, y esa violencia se exterioriza, y nos gasta, y nos va matando. De dentro hacia fuera, de subjetivo a sociedad. Del desconcierto introspectivo a la paranoia comunal, de la cual por suerte no formo parte. Tampoco espero hacerlo.
Se me va la sangre por el drenaje. Se lleva los pesares usados de otra transmutación, desde dentro hacia fuera. Observo su fluida lentitud mientras me disuelvo entre realidades.
Soy lo que va quedando.
Se paga con sangre y soy lo que va quedando de esta diluida solvencia.
Los desvelos y el trabajo a presión siempre me logran malos efectos geodésicos en las defensas. Es cuestión de acondicionarse, como todo; desangrarse hasta tomar camino es lo que molesta.
Observo como se va el tenue tinte carmín por la coladera, disuelto en agua y espuma, como si el tiempo fuera un líquido tibio, casi consistente.
Vivimos tiempos violentos, que se guardan en la subconsciencia colectiva, y esa violencia se exterioriza, y nos gasta, y nos va matando. De dentro hacia fuera, de subjetivo a sociedad. Del desconcierto introspectivo a la paranoia comunal, de la cual por suerte no formo parte. Tampoco espero hacerlo.
Se me va la sangre por el drenaje. Se lleva los pesares usados de otra transmutación, desde dentro hacia fuera. Observo su fluida lentitud mientras me disuelvo entre realidades.
Soy lo que va quedando.
Se paga con sangre y soy lo que va quedando de esta diluida solvencia.
0 Gentes decíanos aquí:
Publicar un comentario